Historia Regional

Baja Verapaz: Desafío al sistema colonial

Antes de 1700 el sistema socioeconómico impuesto por la corona había sufrido grandes tensiones. Sin embargo, hasta después de esa fecha estas brotaron con fuerza en la región, al punto de negar progresivamente los fundamentos mismos del proyecto de Fray Bartolomé de Las Casas había concebido, elaborado y perfilado, después de la conquista evangélica. Resulta interesante observarlos factores que pusieron otra vez la cuestión sobre el tapete.

Mapa de América, la España del siglo XVIII, la política Borbonica en América

Tomado de: Blog Todo Historia y más

Conmociones de las Estructuras Coloniales

La rígida estructura elaborada alrededor de 1550 ya no correspondía a la realidad social imperante en el siglo XVIII. Este desajuste fue el origen de las tensiones que empezaron a disgregar el sistema colonia, sobre todo en tres puntos esenciales.

la tendencia demográfica se invirtió en 1550 y el siglo XVIII y caducaron las condiciones que había prevalecido desde la conquista evangélica. A lo largo de la centuria se mantuvo el crecimiento, a pesar de una baja registrada a final de este periodo. En el curso de la segunda mitad del mismo siglo, el crecimiento demográfico de Rabinal, Cabulco y Salamá, alcanzo un promedio de 36%, lo cual podría considerarse como una estimación corta. Este porcentaje no se incluyen los habitantes del nuevo poblado de San Miguel Chicaj, separado de Rabinal a principios del siglo XIX y cuyo censo efectuado en 1816 no se conoce, no obstante, si se agregan los 1,700 o 2,000 habitantes que pudo haber tenido dicho pueblo, se obtendría un crecimiento demográfico del 42% en medio siglo, lo que representa aproximadamente una tasa anual promedio de casi 0.9%.

sin embargo, este activo crecimiento demográfico disminuyo a fines del siglo XVIII y principio del siglo XIX. Tanto en Rabinal como en Cabulco, la tasa de crecimiento bajo la mitad, y en Salamá, en un 75%. Es muy posible que este descenso fuera consecuencia del fuerte crecimiento anterior.

El aumento de la población se distribuyó de manera desigual según los grupos étnicos. El más dinámico era el de los ladinos. En comparación, la población indígena mantuvo un índice de natalidad baja, que se traducía en un porcentaje elevado de parejas sin hijos. Condiciones precarias de vida, explotación muy dura, dificultades cada vez mayores para conseguir tierras, separación de parejas durante largos meses por compromisos de trabajo en las haciendas, todo ello frenaba una verdadera continuidad demográfica.

Estructura de la sociedad colonial

Tomada de: manosanta.com

El crecimiento demográfico regional no cabía en aquel mundo cerrado. El pueblo era demasiado estrecho para sus habitantes, y el aumento de la población ladina hizo imposible que fuera suficiente la tierra que ocupaban ambos grupos. Se multiplicaron las tensiones, los choques y los conflictos. El sistema existente, demasiado rígido e incapaz de solucionar tales enfrentamientos, se desorganizo y se puso en entredicho. El crecimiento de la población ladina contribuyo también a esta desintegración. En el contexto de la Verapaz, esto era un rasgo típico de la zona bajo análisis. A fines del siglo XVIII solo estos pueblos tenían una población ladina, como consecuencia tanto de su localización geográfica como de su historia, marginada desde hacía mucho tiempo con relación al resto de la Verapaz.

El porcentaje de ladinos en el pueblo de Rabinal era inferior al 10% en el momento de la independencia, en Salamá representaban el 40% de la población. Solo Cubulco, un tanto más aislado, mantenía el nivel de la Verapaz, con menos del 1% de ladinos.

Debido por el crecimiento demográfico de indios y ladinos, el sistema de vida en poblado tenia, además, que hacer frente a contradicciones dentro de las comunidades indígenas.

Sin embargo, y aquí reside la originalidad de la reducción a pueblos, estos antagonismos estaban balanceados por solidaridades verticales, heredadas de los calpulli o amac´k prehispánicos, que sobrevivían en la solidaridad de los barrios y se identificaban con frecuencia con una cofradía. Pero tales agrupaciones no podían impedir la manifestación de las divisiones internas de la comunidad, sobre todo entre macehuales y caciques, que ejercía funciones religiosas o militares.

Cambios es la Visión del Mundo

Según la concepción lascasiana, desde sus comienzos la reducción tuvo como objetivo atraer a los indios a la civilización occidental y a la religión católica por medio de la persuasión y la enseñanza. Dos siglos más tarde, las autoridades responsables “descubrieron” con espanto el fracaso de esta política. La iglesia en particular tuvo que reconocer que la evangelización no había hecho aparecer las practicas, ritos y costumbres heterodoxas. El Arzobispo de Guatemala, Pedro Cortez y Larraz, fue quizás el primero en manifestar abiertamente tal inquietud.

La conciencia de su fracaso la iglesia a revisiones dolorosas. Al descubrir que los indígenas escapaban de los pueblos y se aculturaban e integraban como ladinos, la iglesia comenzó a preocuparse del eterno excluido que era todavía el ladino. Rechazado por el mundo aborigen, tampoco formaba parte del sector blanco, ya que la sociedad colonial solo se preocupaba de el ocasionalmente, y más bien con vistas a su propia protección.

Una vez considerada la situación de estas personas contrastando el fracaso de la integración indígena, se alzaron voces que reclamaban reformas. Se insistía es que la hispanizacion era el paso necesario para asegurar el progreso y salir de la ignorancia, la miseria y la superstición.

Historia del periodismo en Guatemala

Tomado de: Guatemala.com

Desde esta perspectiva, el ladino se convertía en el ejemplo que debía seguir el indio, y el vínculo por el cual la hispanizacion debía penetrar en el mundo aborigen. Estas nuevas ideas llegaban a Guatemala por medio de instituciones como la universidad, el consulado de comercio, la Gazeta y la Sociedad Económica de Amigos Del País. Esta última, en particular, contribuyo a alimentar el debate sobre las ventajas de las reformas propuestas y los inconvenientes del sistema social de la colonia.

  

Primer Edificio de la Universidad San Carlos de Guatemala

Tomado de: flickr.com

Sociedad Económica de Amigos del País

Tomado de: internetarchive.com

Manifestaciones de las tensiones

La fuerza de las tensiones sociales en la región puede percibirse a través de varias muestras, de las cuales dos parecen decisivas, aunque cada uno jugo un papel apreciable en la historia de la región. El crecimiento demográfico y el aumento de la demanda de la propiedad de la tierra. Ahora bien, la oferta de tierras en la región no podía continuar, puesto que las características geográficas limitaban las zonas realmente atractivas.

La mayor parte de estar tierras fueron adquiridas por los mismos habitantes de la región. Entre los propietarios privados solo un 15% residía fuera de Verapaz, o en circunscripciones administrativas de los alrededores. Casi todos eran agricultores ganaderos, que en raras ocasiones se ausentaban del lugar. La región no ofrecía atractivo alguno para los habitantes de la capital, en donde residían los grandes comerciantes y altos funcionarios.

Mapa de Guatemala, siglo VXIII

Tomado de: Guatemala.com

La disolución progresiva de las barreras que separaban a los grupos étnicos aumentaba su rivalidad por la tierra, sobre todo en la de mejor calidad: a partir de la clasificación cualitativa de las tierras vendidas, establecida por la administración, se observa que los ladinos consiguieron apropiarse de las más caras y aumentaron así las tenciones con sus rivales. Al obtener las composiciones más favorables, se aseguraban progresivamente el control de la economía regional. Los indígenas vieron como les era imposible resistir y hacer valer sus propios intereses, por lo que recurrieron a solicitar que se aplicara la legislación colonial.

Las rivalidades entre los pueblos indígenas de la zona revelaban el impacto de la colonización. En lugar de enfrentarse a la penetración ladina, el mundo indio hizo suyas las divisiones impuestas por el colonizador.  Con la esperanza de apoderarse de unas hectáreas de tierra a expensas del vecino. Los indígenas mostraban, sobre todo, desunión.

Aporte de: Carlos Javier Huertas

Fuente de consulta: Historia General de Guatemala, Asociación Amigos del País, Tomo III